En Nápoles, todavía bajo los bombarderos alemanes y con la apocalíptica amenaza de la erupción del Vesubio, reinan el hambre y la peste. En medio de un cruel descaro todo se compra y se vende; los seres humanos se convierten en mercancía a bajo precio mientras sexo, dinero, dolor, muerte y absurdo contrastan con lujos extravagantes.