La potente cohetonave acababa de cruzar a veinte espaciomillas de distancia de la brillantÃsima Sirio, en la constelación del Can Mayor. El espacio negro, impenetrable, se veÃa punteado por la maravilla extraordinaria de los astros celestes que pueblan la Galaxia.
Sandro Warren, que permanecÃa muy atento a los mandos direccionales de la cohetonave, repitiose mentalmente que -pese a su veteranÃa- siempre encerraba algo de brujo cada viaje sideral de inspección a través de la zona asignada del Sistema Solar.